¿Argonauta, imaginas una biblioteca que te recomiende libros con inteligencia artificial? ¿O una donde el bibliotecario sea también experto en datos? En América Latina, las bibliotecas están en una encrucijada: modernizarse o volverse obsoletas. ¿Avanzamos hacia el conocimiento libre y abierto o nos quedamos en el pasado? Tú decides.
El futuro es ahora.
¡Y con esto les damos la bienvenida al estreno de la segunda temporada de Paraninfo!
Introducción
Generalmente cuando alguien habla del futuro que nos ofrece la IA, las opiniones suelen dividirse entre quienes apuestan por un escenario caótico en el que la IA se nos ha escapado de las manos (no tiene que escalar hasta Skynet necesariamente), transformando muchas realidades como la laboral, comercial, mediática, académica e incluso la personal. Poniendo a la persona en un segundo plano, tomando decisiones importantes por nosotros y confinándonos a una vida cómoda pero sedentaria y tecnodependiente. Por otra parte, hay quienes afirman que la capacidad de adaptación humana, nos hará salir avante una vez más ante otra revolución científica y tecnológica, imaginando a la IA como un potenciador de las capacidades humanas, liberándonos del trabajo y permitiéndonos enfocar nuestro tiempo en actividades que den sentido a la vida misma, llevando a la humanidad a desarrollar ciencia, arte, cultura y tecnología a un ritmo uniformemente acelerado para el bienestar de la sociedad.
Dejando de lado las especulaciones para analizar los datos, lo cierto es que las bibliotecas académicas enfrentan el desafío de modernizarse en un contexto de recursos limitados y demandas tecnológicas que incrementan a un ritmo sin precedente alguno. Ante este panorama, la integración de inteligencia artificial (IA) y los principios de ciencia abierta no representan sólo una opción, sino una necesidad estratégica para permanecer vigentes y así, garantizar el acceso equitativo al conocimiento.
La transformación hacia bibliotecas inteligentes implica repensar fundamentalmente el rol de estas instituciones y su comunidad como agentes mediadores del conocimiento en la era digital. Las universidades de la región enfrentan desafíos significativos en la implementación de estrategias integrales de digitalización bibliotecaria, lo que evidencia tanto la urgencia como la oportunidad de esta transición.
Desafíos y oportunidades actuales
Brecha Digital y Acceso Tecnológico
América Latina es tan extensa como diversa por lo que presenta un panorama muy heterogéneo en términos de infraestructura digital.
Mientras que países como Chile y Uruguay han alcanzado tasas considerables de penetración de internet, otras naciones mantienen niveles significativamente menores. Esta disparidad impacta directamente en las capacidades tecnológicas de las bibliotecas universitarias.
La implementación de sistemas de gestión bibliotecaria basados en IA y servicios de análisis predictivo para la gestión de colecciones sigue siendo limitada en la región, representando una oportunidad considerable para el desarrollo tecnológico bibliotecario.
Inversión en infraestructura tecnológica
Así como en la fiebre del oro, los vendedores de herramientas como palas y picos fueron los verdaderos ganadores de esta euforia, actualmente esto está representado por la infraestructura e inversión en hardware.
La inversión en tecnologías de la información para bibliotecas universitarias representa una fracción mínima del presupuesto institucional en la mayoría de los casos. Esta cifra contrasta significativamente con las recomendaciones internacionales para el desarrollo tecnológico bibliotecario.



Dos futuros posibles
Bibliotecas como ecosistemas inteligentes
El potencial de las iniciativas de democratización del conocimiento, tales como el movimiento de ciencia abierta, es tan grande como desapercibido para la mayoría de la población en nuestra región. Sin embargo, las iniciativas de adopción y promoción por parte de las universidades representan una oportunidad de empoderamiento de la ciudadanía. Siguiendo esta premisa, vamos a permitirnos explorar el primer escenario, en el que las bibliotecas latinoamericanas son foco central en el plan de adopción de la IA en la academia.
La implementación exitosa de sistemas de IA permitiría transformar múltiples dimensiones del ecosistema bibliotecario. Los algoritmos de machine learning podrían optimizar la adquisición de recursos bibliográficos, prediciendo demandas académicas con alta precisión según proyecciones de estudios especializados en tecnología bibliotecaria. Paralelamente, los sistemas de recomendación bibliográfica basados en perfiles de investigación individuales tienen el potencial de aumentar significativamente la productividad académica, conforme a estudios piloto realizados en importantes universidades de la región.
Finalmente, las plataformas de ciencia abierta integradas con repositorios institucionales facilitarían el acceso gratuito a millones de publicaciones académicas regionales, expandiendo considerablemente el alcance del conocimiento científico y consolidando a las bibliotecas como verdaderos catalizadores de la democratización educativa.
El Escenario Adverso: Obsolescencia y Marginalización
Sin embargo, como toda moneda tiene dos caras, existe un escenario alternativo que merece nuestra atención crítica. La falta de inversión estratégica, sumada a la resistencia institucional al cambio, podría conducir a un deterioro progresivo de la relevancia bibliotecaria, arrastrando consigo consecuencias que trascienden las paredes de estos recintos académicos.
En este panorama menos esperanzador, pero igualmente plausible, las bibliotecas latinoamericanas podrían convertirse en vestigios de una era analógica, perpetuando y amplificando las desigualdades que tanto hemos luchado por erradicar. Sin modernización tecnológica urgente, las bibliotecas no solo perpetuarían las brechas digitales existentes, sino que las profundizarían exponencialmente, afectando de manera desproporcionada a estudiantes provenientes de sectores socioeconómicos vulnerables, quienes dependen más críticamente de estos espacios para acceder a recursos académicos de calidad.
Pero sin duda alguna, la consecuencia más preocupante quizá sea la devaluación del rol profesional bibliotecario. Sin formación actualizada en competencias digitales, estos profesionales verían erosionada su relevancia en el ecosistema académico, reduciéndose a meros administradores de espacios físicos en lugar de ser los curadores intelectuales y facilitadores del conocimiento que la era digital demanda.
El Imperativo de la Transformación Profesional
Redefinición del Perfil Bibliotecario
La transición hacia bibliotecas inteligentes no representa simplemente una actualización tecnológica; implica una reconceptualización fundamental del alma bibliotecaria. Los profesionales de la información deben evolucionar desde custodios silenciosos de colecciones hacia estrategas dinámicos de conocimiento, arquitectos de experiencias informacionales que conecten investigadores con recursos de maneras que antes parecían imposibles.
La gestión de datos de investigación emerge como otra competencia crucial. En un mundo donde los datos son el nuevo petróleo académico, los bibliotecarios deben posicionarse como expertos en el ciclo completo de vida de estos recursos: desde la planificación inicial de la recolección hasta la preservación a largo plazo, pasando por la documentación, organización y facilitación del acceso ético y responsable.
Igualmente importante es desarrollar una alfabetización crítica en inteligencia artificial.
No se trata meramente de aprender a usar herramientas, sino de comprender profundamente los algoritmos subyacentes, identificar sesgos potenciales y garantizar que los servicios bibliotecarios mantengan estándares éticos y de transparencia que protejan tanto la integridad académica como los derechos de los usuarios.






Formación Continua: El Oxígeno de la Renovación Profesional
Los datos nos confrontan con una realidad ineludible: una proporción significativa de los bibliotecarios académicos regionales requiere actualización urgente en competencias digitales avanzadas. Esta cifra no representa un fracaso, sino una oportunidad extraordinaria de reinvención colectiva.
Instituciones pioneras han desarrollado programas de formación especializada que trascienden el aprendizaje técnico superficial, enfocándose en desarrollar pensamiento crítico sobre el papel de la tecnología en la mediación del conocimiento. Estos modelos podrían adaptarse creativamente a nuestro contexto latinoamericano, considerando nuestras particularidades culturales, económicas y tecnológicas.
No obstante, la modernización tecnológica debe mantener los principios fundamentales de la profesión bibliotecaria:
Acceso libre y equitativo a la información
Neutralidad intelectual y diversidad de perspectivas
Privacidad y confidencialidad del usuario
Servicio orientado a la comunidad académica
Conclusión
Por último no resta más que decir que el futuro de las bibliotecas universitarias latinoamericanas se escribe en el presente. La elección entre utopía y distopía no es fortuita ni aleatoria, es el resultado de nuestras acciones colectivas y nuestro compromiso con la democratización del conocimiento en la era digital.
Recursos Adicionales








